El trabajo artístico de Huaroco es una obra que arriesga y traspasa límites formales.
Podemos decir sin duda que sus imágenes más que ser una arte racional, apuesta por lo intuitivo, tiene una calidez expresiva y un equilibrio acertado del color, así como un carácter salvaje, que dota a su pintura de una calidad indiscutible, mostrando la fuerza de acción del acto de pintar, que de la misma manera usa pinceles, aerosol o incluso sus manos dejando improntas que se acumulan entre algunos rasgos figurativos.
La pintura ha sido su medio, su campo inmanente por excelencia, con la cual ha ido buscando rutas distintas que de alguna forma se han ido entremezclando y generando un diálogo eclécticamente feroz.